Digamos que si me quieres, tienes que aprender a quererme. Digamos que aquí las cosas importantes no se deciden con un 'pito, pito, gorgorito...'. Podemos decir que aquí el tonto no es el último, si no el que se deja engañar, que el mundo nos viene grande, y no nos damos cuenta. Que no todos nos entienden, ni todos comparten nuestra opinión, pero que no pasa nada, que hay que seguir adelante. Ignoramos a quien nos quiere, y queremos a quien no debemos, somos increíblemente idiotas. Los momentos más importantes de nuestra vida suelen ser en lugares y momentos sin importancia. Ah, y que si no arriesgas no ganas. La vida nos da palos, ¿y qué? Pues hagamos una cabaña, y si nos tropezamos, pues nos levantamos. Dicen que si pensamos mucho las cosas podemos estropearlo. En realidad, esperamos lo inesperado, aunque no lo admitamos. Nos gustan las sorpresas. Y que todos necesitamos nuestra media naranja, no una cebolla que nos haga llorar. Somos exactamente lo que una persona no merece, pero que otra necesita.
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