walkingwithmybrokenjeans

Bueno, digamos que ha sido un año diferente. Un año que me ha enseñado muchas cosas, un año en el que he conocido a mucha gente y un año en el que he perdido a más gente todavía.

Este año me ha enseñado que hay que saber a quien querer, no confundirte, porque lo puedes pasar mal. También me ha enseñado que hay ciertas personas que merecen la pena, y otras tantas que no. Que la gente que se va de mi vida es porque realmente nunca ha estado ahí, que hay gente que no me entiende y finge que si, que no hay que pedir disculpas por llorar, y mucho menos por reír, que hay que disfrutar al máximo. Que hay gente que sin verla en persona te puede demostrar y convertirse en algo mucho más importante que alguien que ves día a día. Que hay que mantener el equilibrio sobre las piedras para no caer, y que si te caes, hay que levantarse, que si llueve, pues coges el paraguas o directamente bailas debajo de la lluvia, que hay que gritar a los cuatro vientos a quien quieres, porque si no, puedes perder las oportunidades, que puedes ponerte mil metas, pero siempre habrá alguna que acabarás dejando. También me ha enseñado que hay que olvidar lo negativo y pensar en positivo, que hay que pensar optimista hasta que te estampes, y luego ya te recuperarás del golpe. Que los buenos momentos nunca se olvidan, que la mejor cámara que existe en este mundo son los ojos, que si algo no sirve hoy, tampoco lo hará mañana, que hay que reír hasta llorar y que hay que tomar las decisiones según te guíe el corazón. Creo que lo más importante que me ha enseñado ha sido lo que es la distancia, y que se puede querer a través de ella, que no es ningún impedimento. Podría pasarme otro año entero diciendo lo que me ha enseñado este, han sido tantas cosas...

Sobre lo de que he conocido a mucha gente... pues sí. Demasiada que ha cambiado mi vida, gente a la que nunca pensé que conocería, a la que no pensé que querría y a la que no pensé que me enamoraría. La verdad, han sido tantos, que ni yo me lo creo. Gracias a Twitter he conocido a muchísima gente de estos que os hablo. Muchos de ellos se han convertido en algo esencial en mi vida, que si no hablo con ellos noto que me falta algo, y supongo que ha sido gracias a eso cuando empecé a odiar la distancia. 

No tengo mucho más que decir, así que os dejo aquí un pequeño resumen de mi 2011, ¿vale?

Y bueno bloggers, que feliz año nuevo, que felices fiestas, y que feliz vida, supongo. No os emborrachéis mucho hoy, que luego pasa lo que pasa, pero que os lo paséis de puta madre, y que espero que el próximo año sea mucho mejor que este, ¿vale? Un besito amores.